lunes, enero 20, 2014

La combi se desempolva

Apuntes sobre la elección de Nadine a la presidencia del PNP

 Alguna vez, Ollanta Humala intentó explicar el estado de parálisis y desatención en que se había sumido el Partido Nacionalista (PNP) después de la victoria electoral de junio del 2011, con la figura de la combi que uno deja en el garaje hasta el momento en que la necesita.

El 30 de diciembre de 2013, en una asamblea de no más de tres horas, ante poco más de 50 asistentes, la mayoría de ellos invitados a dedo por el presidente del partido que también es presidente de la nación, se tomó una decisión inesperada: encargarle la conducción del vehículo en desuso a la única figura que conserva capital político propio dentro de las mermadas filas del nacionalismo.

Hasta ese día, Nadine Heredia había sido la candidata insinuada pero no confirmada para darle continuidad  a Humala, lo que entre otras cosas servía para darle un sentido a los nacionalistas desconcertados por los espectaculares virajes de su líder presidente. Más tarde sin embargo la hipotética postulación se convirtió en el mejor arma del García investigado para explicar todos los actos digamos negativos del gobierno, incluida su propia investigación, a la ambición de la pareja H-H, por el poder.

Hace ocho meses que vivimos bajo la negación directa de la primera dama asegurando que definitivamente no postulará a la presidencia el  2016, y ante la casi certeza de sus adversarios de derecha, pero no sólo de ellos, de que la doña está mintiendo.. Cada acto y declaración de Heredia ha sido leído como una señal del plan que estaría realmente en marcha, a pesar de los desmentidos. Era obvio que una determinación tan fuerte como la de ocupar abiertamente la presidencia del partido de gobierno, tenía  que ser interpretado en clave de “reelección conyugal”.

La pregunta es si el presidente y los dirigentes del partido no habían medido que eso ocurriría. Y tendrían que ser demasiado torpes para no anticipar lo que pasaría, lo que indica que aún a ese costo, la decisión les pareció necesaria. Esa es la gran cuestión: ¿por qué Humala necesita a Nadine de jefe de parido, aún cuando eso reabra el debate sobre las etapas que se estarían cumpliendo para imponerla como candidata?

La Asamblea


En el último trimestre del año 2010,  en plena efervescencia de inicio de nueva etapa electoral, Ollanta Humala  logró matar tres pájaros casi de un solo tiro: cambiar temporalmente el nombre del partido por un membrete de signo electoral neto: Gana Perú; hacer aclamar la plancha de vicepresidentes propuestas por él mismo (Marisol y Chehade); y renovar el Comité Ejecutivo Nacional CEN, que es el órgano de dirección reconocido ante el Jurado de Elecciones, manteiniendo una composición bajo su directo manejo.

En ese CEN estaban además de Humala (presidente) y Nadine (vicepresidente), siete compatriotas más: Alexis Humala, Ilan Heredia, Ana María Salinas, Edgardo Olórtegui, Ronal Barrientos, Martha Acosta y Maribel Vela, y hasta donde se sabe sus funciones reales se desarrollaron en el breve plazo de finales del 2010, para hacer cambios en los regionales y el comité Electoral.. En la Web del nacionalismo sólo figuran resoluciones del CEN de ese año, aunque la página está actualizada, tanto que se puede ver ya la fotografía y las pequeñas biografías de los nuevos dirigentes a diciembre del 2013.

El PNP, pues, se volvió no sólo una combi en el garaje, sino que el CEN preelectoral también se congeló en el tiempo. Uno podría creer, por los antecedentes, que al convocar la nueva Asamblea Nacional de Delegado, los Humala-Heredia podían haberse dado por satisfechos con una ficción de evento representativo: de  250 mil militantes inscritos, participaron en la elección de delegados no más del 2%,; el número de representantes fue de 3 para Lima Metropolitana, Cusco y Puno, y de solo uno para el resto de regiones, mientras que los invitados directos superaron a los delegados elegidos. El JNE además le hizo el regalo de desechar las apelaciones que indicaban que el proceso no había sido democrático.

Pero entonces, si tenían la Asamblea que querían, reunida en la peor fecha (30 de diciembre) para pasar desapercibida, ¿por qué centrar la noticia en un nuevo rol de Nadine, si Ollanta podía hacerse reelegir y si quería delegar el cargo?, ¿qué querían anunciar con la nueva presidenta? En mi concepto había una certeza de que si la dirigencia seguía pasmada, en las bases las corrientes rupturistas irían en aumento. Humala, además, debe haber pensado que su antigua balandronada de que si las bases se van del partido, fundaban otro, ya no es creíble a la luz de sus cifras de aprobación.

Hace unos meses toda la columna de mineros informales que era una de los brazos de masas del PNP, se fue a fundar “Patria para todos” en lo que se puede calificar como la pérdida más fuerte de militancia desde que se inició el gobierno. Y algo parecido está empezando a pasar con los cocaleros, que aún vacilan por el tema de Nancy Obregón: ¿favorecerá el gobierno su liberación o se olvidará de ella? También han tenido retiros de sectores juveniles y núcleos políticos como “La Lucha Continua”, que ya armaron el “Partido de la Gran Transformación”. Por tanto se puede concluir que el ascenso de Nadine en el cuadro interno del partido debe ser una señal de que esto debe terminar. 

¿Esto significa que va a ser candidata? No necesariamente, por lo menos el nuevo cargo no la proyecta electoralmente, pero si la convierte en responsable de todo lo que nacionalismo tenga que decir de aquí en adelante. Ahora si el PNP se queda en el garaje ella será la culpable. ¿Puede Nadine levantar al nacionalismo de su letargo y mediar entre las contradicciones internas? Todo depende de que haga política hacia fuera y que haga sentir su mando hacia adentro. En esa lógica lo que pase con las regionales-municipales del 2016, va a ser importante porque ahí hay muchos factores de tensión.

El CEN


El nuevo CEN, es menos familiar y amical que su antecesor. Es verdad que ha sido rellenado de parlamentarios, que no eran delegados elegidos (a los regionales los dejaron en la estacada), pero aún así la composición de la nueva dirigencia ha elevado su componente político. La lista es la siguiente: Humala como presidente en suspenso, Nadine como presidenta en funciones, Abugattás, Isla (curiosamente no está inscrito en el nacionalismo),  Molina (congresista cusqueño, fundador del PNP e ilustre desconocido), Otárola, Solórzano y Sergio Tejada que fue el más aplaudido después de Nadine al momento de su elección, lo que sólo podía querer decir que el partido se afirmaba en la investigación y acusación a García.

Con Humala nunca se sabe, es verdad. Así que con Nadine presidenta y un CEN parlamentario, podrían volver la modorra que contagia todo lo que es cercano a este gobierno. Pero aceptemos la hipótesis de que por fin tienen algún plan, que sería sacar al partido para las peleas de la segunda mitad del período de gobierno. Si fuera cierto, ahí tenemos el tema de la concentración mediática y de el informe de la Megacomisión como casi un programa político. ¿Podrá Nadine sacarles fuego a estos temas y hablar sin media lengua como lo hace siempre su marido?

20.01.14
Publicado en

Hildebrandt en sus Trece

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ese partido nacionalista ya se fué al diablo hace rato y no va ser la ignorante de la sra del Presidente quién vaya a arreglar las cosas. De hecho cada vez que abre la boca es para hundir al marido.
Me pregunto como es posible que esta sra se considere presidenciable ? Cuales son sus méritos a parte de ser la mujer del presidente ?
Como dice Correa, la ignorancia es atrevida

Anónimo dijo...

Creo que lo que le preocupa a la sra del Presidente es vender los curules en el 2016 y hacer su negocio.