jueves, enero 03, 2013

Las incertidumbres del 2013


En su entrevista para Raúl Vargas de RPP, los últimos días de diciembre, el presidente Ollanta Humala hace la siguiente afirmación: “la economía la estamos cuidando, estamos trabajando de manera responsable porque sabemos que no puede haber un programa de gobierno exitoso si no tenemos una economía sana que le dé la tranquilidad a la población de tener la previsión de que puede invertir, puede comprar su casa, su departamento, su auto, y que la economía no va a tener sobresaltos porque nuestra principal preocupación es el bolsillo de ustedes”.

¿Qué economía está cuidando el gobierno del presidente Humala? El ministro Merino no ha tenido ningún problema en explicarlo: se esperan alrededor de diez mil millones de dólares en inversiones para el sector minero (incluyendo Conga y Tía María) y más o menos cinco mil millones en hidrocarburos. El jefe del Instituto Nacional de Estadística ha dicho a su vez que el principal componente del crecimiento del 2013 será la inversión en el sector minero. O sea después de la tregua relativa del segundo semestre del año pasado en que bajo la curva de los conflictos ambientales y comunales, el gobierno se siente en condiciones de señalar que volvemos a lo mismo.    

Esto, por cierto, plantea dos dimensiones a considerar en términos de viabilidad: primero, la económica, es decir si los grupos del dinero van a meter plata fuerte en actividades extractivas con un escenario internacional frágil donde los precios estarán por lo menos inestables por un buen tiempo, o será que los ministros Merino y Castilla están vendiendo como ciertos los proyectos que sobre los cuales hay un cierto interés  pero ningún compromiso, como pasó con los caprichosos cambios en el asunto del gasoducto del sur. Segundo, lo político-social, a saber si este gobierno es ahora más fuerte que lo era en el primer tramo del año pasado cuando fracasó ante las protestas contra la minería.

¿Qué programa pretende hacer exitoso el presidente Humala a partir de la economía sin sobresaltos que defiende? Es obvio que se refiere a aquellos que están destinados a la ayuda y subsidio a los pobres, que se entienden dependientes de que el Estado tenga los recursos para ejecutarlos y por tanto del crecimiento que se ha venido registrando de manera sostenida desde hace casi diez años. Por lo tanto una nueva economía que cambie los ejes del crecimiento y el modelo de distribución de la renta, son insanos y demasiado riesgosos para la tranquilidad que busca el gobierno y para el esquema regalón de los programas sociales.

Para confirmar si todo esto funciona, y sin preguntar los motivos por los cuales el crítico del modelo económico terminó como su más fiel guardián, hay que preguntarse por lo que pasó en el 2012. Y la repuesta es que se vieron claros indicios de agotamiento del dispositivo pro exportador y que en su reemplazo el crecimiento se sostuvo en el consumo y la expansión del crédito interno. Exactamente de ese mayor número de viviendas y automóviles comprados con préstamos sin mejora sustantiva del ingreso personal.  Los que saben de economía son conscientes que eso no se sostiene y prefieren hacer un diseño de retorno al eje hacia afuera. Pero no hay ninguna seguridad de que eso funcione. La magia tecnocrática que le han vendido al presidente está haciéndose cada vez más dudosa.

03.01-13

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