jueves, agosto 23, 2012

Alexis otra vez

Estaba por arrepentirme tras haber escrito un artículo sobre el viaje de Alexis a Rusia y la extrema debilidad del presidente para sacar la cara por su hermano y encontrarme el domingo con el informe del canal de Schultz sobre los negocios que a cara descubierta y con su nombre inscrito en registros públicos estaría realizando el hermano de Ollanta Humala durante su período de gobierno. Otra vez Alexis, gritó la prensa limeña como si los contratos de Krasny Perú probaran algo de lo que pasó en Moscú donde todo fue especulación a partir de la noticia del recibimiento por todo lo alto que las autoridades de ese país confirieron al menor de la dinastía Humala.

Es verdad que los negocios de Krasny con el Estado no son de este gobierno y que el monto de las ventas del último año han sido más bien bajas (aunque la frase “jugosos ingresos” haya estado en el centro de las intervenciones sobre este tema), pero persiste la pregunta de por qué sabiendo cómo es la cosa Alexis se haya descuidado dejando abierto este flanco para que se arme un segundo escándalo sobre el “corrupto” de la familia. Ulises, el mayor del clan, ha dicho que se probará que ya había un documento retirando su participación de la empresa con contratos con el Estado. En todo caso aún resta precisar la exacta dimensión de la falta y oír los descargos del acusado, pero los titulares de prensa ya están pidiendo hasta 20 años de prisión lo que ha hecho decir a Don Isaac que se quiere meter preso a todos los Humala en pleno gobierno de uno de ellos.

El supuesto “faenón” de Alexis también puede verse desde el lado de a quién le interesa quebrar los últimos lazos entre el presidente y su núcleo familiar y hay sospechas que apuntan al entorno más íntimo de Palacio. En todo caso, los hermanos Humala Tasso son carne para los leones mediáticos y un desvío frente a los casos grandes de corrupción: exportaciones trampeadas de gas de Camisea, renovación del contrato de Telefónica sin haber pagado la deuda tributaria, irregularidades flagrantes en la privatización de los puertos. Aldo M lo dice con descaro cuando acusa al procurador Arbizú de plantear acusaciones menores contra el hermano del presidente, cuando hace duros señalamientos contra apristas y fujimoristas. Así que el que lanzó la bola sabía la que iba a armarse finalmente.

Hay otro ángulo que se puede ver en la intervención casi automática del premier Jiménez Mayor para limpiar al gobierno de las salpicaduras del segundo caso Alexis. En vez de restringir su papel a exigir una investigación abierta y sin privilegios de sangre, el nuevo presidente del Consejo de Ministros repitió la pauta que presume que el hermano del presidente sí realizó actos de corrupción los cuales hay que distanciar lo más posible de la responsabilidad de gobierno. En otras palabras, cada vez que son presionados con denuncias los hombres del régimen se ponen inmediatamente a la defensiva, lo que hace aún más notorio el silencio de Ollanta, mientras otros incluida su esposa hablan de colgar a su hermano más fiel. Por tanto, al final de esta nota me queda la certeza que realmente no me equivoqué y que en el tema de la vilipendiada familia Humala se está jugando un aspecto clave de la situación política.

23.08.12
www.rwiener.blogspot.com

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