martes, julio 03, 2012

El abogado de la chatarra

El señor Alfredo Bullard, abogado de grandes empresas y que en sus tiempos libres redacta comentarios editoriales en la penúltima página de la sección A del diario “El Comercio”, acaba de zanjar el debate sobre la comida chatarra y su mala influencia en la salud de los niños y adultos al propiciar la obesidad y el descuido de otros elementos nutritivos. La prueba que ha ofrecido que el auge de las hamburguesas y los productos con altas dosis de azúcares y sodio, no son los aniquiladores que se dice y que se pretende alejar de los colegios y de la propaganda televisiva que influencia el consumo infantil, es que a pesar del auge de este tipo de alimentación, la expectativa de vida en la sociedad moderna se ha elevado. O sea, que si usted quiere bajar su consumo de grasas saturadas y otros elementos de este tipo, hágalo por su decisión personal y controle lo que hacen sus hijos, pero no convierta en asunto público e intervención del Estado una defensa que se supone que nadie ha pedido.

Bullard encaja perfectamente en la referencia que hizo el presidente de Uruguay a los que se han trasladado de la economía de mercado a la sociedad de mercado, que significa a inversión de las prioridades de lo humano a lo económico, convirtiendo a cada persona en un factor de la competencia entre ofertantes que deberán discernir en el fuego de la propaganda y del poder lo que es bueno y malo para ellos, y en donde muchos de los orientadores de opinión son también asalariados de las grandes empresas. Pero veamos el argumento de fondo que se nos ofrece, porque no sólo abarca el campo alimentarios sino el amplio universo del llamado progreso humano en los últimos decenios. Y es verdad que la gente llega ahora a ser más vieja que antes, cuando enfermedades infecciosas y plagas incontenibles arrasaban con multitudes en corto tiempo. Ahora sólo en las poblaciones pobres, de los países pobres, las personas, y en particular los niños se pueden morir de diarreas o de enfermedades respiratorias.

La medicina, a su vez, ha logrado éxitos extraordinarios en enfrentar las enfermedades, especialmente las degenerativas. Pero a pesar de ello los factores que inducen al cáncer, la diabetes, las enfermedades coronarias y otras, han crecido de manera constante, no obstante que ahora haya un porcentaje de estos enfermos que no llegan tan rápido a la muerte como podían hacerlo en otra época. La creciente incidencia de enfermedades degenerativas del aparato digestivo, por mala alimentación, es un dato indiscutible. Como podría serlo el cáncer del pulmón relacionado con la industria del tabaco y la contaminación-ambiente, que de acuerdo a al pensamiento Bullard, seguramente se combaten con decisiones individuales. La idea de que el mundo es cada día mejor porque se tiene más productos al alcance y se vive más, en promedio, no sólo es cruel a la luz de las desigualdades globales, sino ciega respecto a los excesos del progreso.

El fracaso de Río+20, para darle una vía de reforma a la modernidad capitalista y su voracidad depredadora, refleja muy bien que los Bullard del mundo siguen teniendo un enorme poder sobre los destinos del planeta y mantienen su capacidad para bajar las alarmas sobre los riesgos que la propia actividad humana genera contra la vida sana y con futuro.

03.17.12
http://www.rwiener.blogspot.com/

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