domingo, enero 23, 2011

Kenyi Congreso

Aquí es el bienestar de nosotros primero. Antes de pensar en el bienestar del país tiene que estar el bienestar tuyo
Torres Caro a Gustavo Espinoza, frente a Velásquez Quesquén
Año 2008

Hace tiempo que escribí que el problema del Congreso peruano se concentra en que este supuesto poder de Estado, carece realmente de poder. Revísese el discurso de la política peruana y se verá que a nadie le interesa tener un buen parlamento, una representación compacta y un balance de poder real. Es el reflejo del hiperpresidencialismo que se instauró en el Perú con el golpe del 5 de abril de 1992, se consagró en la constitución del año siguiente y no ha sido desmontado con la “transición democrática” de los 2,000.

Todos sabemos que el Perú se gobierna por decretos, como acaba de confirmarlo el Decreto de Urgencia 001, que con propiedad ha sido llamado el del megafaenón de despedida del alanismo, y antes los decretos del TLC, de las privatizaciones y las leyes antiterroristas. Más o menos la idea es que para leyes fuertes deben salir del Ejecutivo, y que fiscalización es una comisión que no acusa a nadie y si acusa los fiscales no le hacen caso. El Congreso no es un gran poder del Estado, sino el micropoder personal de sus integrantes, que por añadidura se eligen individualmente (voto preferencial), por lo que cada quién siente que tiene sus votos propios lo que quiebra la lealtad de organización. Los congresistas valen si ayudan al oficialismo a hacer las mayorías que requiere, en es momento pueden ampliar las ventajas de su condición. ¿Quiere alguien una mejor explicación del transfuguismo?

Tenemos un Congreso en el que los debates han sido reducidos al mínimo. Para que tanto palabreo, arguyó el fujimorismo, y convirtió a la oposición en una entelequia muda, porque si no dice su palabra para qué está allí. La pregunta es, por supuesto, ¿por qué hay tanta desesperación por llegar al Congreso si este no sirve ni para legislar, fiscalizar o debatir; si su imagen es corrupta, y si los medios se ceban en sus integrantes? Obviamente no es porque se espera hacer una gran batalla política, sino por lo poco que le queda a la función parlamentaria que es acceso a la visibilidad pública, autoridad respecto a los demás ciudadanos y por cierto una serie de prebendas que a algunos le llenan los ojos y el estómago. ¿Y qué ven los candidatos presidenciales detrás de todo esto? A un montón de gente queriéndoles sacar algo, con la cual sólo queda negociar. ¿Alguien necesita que se le explique porque se selecciona de forma tan lamentable?

El actual presidente ecuatoriano, Rafael Correa, innovó la política latinoamericana cuando se le ocurrió ir a la elección sin candidatos al Congreso y con la promesa de que si ganaba consultaría vía referéndum la convocatoria a una Asamblea Constituyente para que asumiese la reforma del sistema político y económico. Eso ocurrió. Y sin congresistas propios, el presidente le cortó la cabeza al viejo Congreso y puso la regla para uno mucho más comprometido con el proyecto de cambio. ¿Ustedes creen que los miembros del Kenyi Congreso que se viene podrían aceptar una reforma que afecte el lugar que les ha costado tanto alcanzar, como estamos viendo precisamente en estos días?, ¿vamos a seguir riendo de los otorongos los siguientes años, que es como reírnos de nosotros mismos y de nuestro voto?

www.rwiener.blogspot.com
23.01.10

1 comentario:

Juan A. Cavero G. dijo...

La pobre institucionalidad heredada del régimen delincuencial de Fujimori, y que continuará con cualquiera de los 4 candidatos del MDM (Más de lo Mismo) o sea, Toledo, Castañeda, Kuczynsky o Fujimori, ha hecho posible la proliferación de topos y transfugas entre los congresistas, y quienes aspiran a serlo. En este sentido, es deplorable que Gana Perú haya incorporado en su lista a Jaime Delgado, a quien presentan como gran adquisición.
El señor Jaime Delgado, quien funge de "defensor del consumidor" (así se autotitula), es un conocido defensor del llamado "Soat médico", mecanismo destinado a enriquecer a las compañías aseguradoras privadas, encareciendo la atención médica, y que busca hacer creer a la gente que puede conseguir un resarcimiento económico rápido en los casos de mal práxis médica. El tal "Soat médico" encarecerá la atención médica, evadirá la responsabilidad institucional de Minsa, Essalud o clínicas particulares, en los casos de mal práxis médica, y quienes lo propugnan como el señor Delgado, objetivamente defienden a las poderosas compañías aseguradoras. Pienso que Humala puede haber encontrado, lamentablemente, un nuevo Torres Caro, en este señor.
Insto a los simpatizantes de Ollanta Humala que, al igual que yo, no otorguen su voto preferencial al señor Delgado.