lunes, abril 19, 2010

La consigna es salvar al presidente o nos fregamos todos

En una entrevista reciente la señora Esther Gianotti ha hecho la siguiente declaración: “Yo no tengo ningún motivo para decir cosas falsas sobre el material que me fue incautado. Me sorprende que él diga eso porque así está invalidando lo que yo también he dicho: que el presidente Alan García no aparece en ningún archivo, ni Rafael Rey, ni ningún magistrado. El señor Del Castillo va a ser esclavo de sus palabras” (Perú 21-15 de abril). Lo que quiere decir que si la ex funcionaria de Business Track estuviera mintiendo cuando incrimina a Del Castillo y Garrido Lecca, podría estarlo haciendo cuando exime al presidente, a Rey y a los magistrados. ¿Se dan cuenta? Significa que ella podría ir más lejos en sus declaraciones si el “tío George”, no acepta que está en un mala posición y deja de llamarla mentirosa.

La construcción del concepto, que tiene de ejercicio lógico y amenaza implícita, se la habíamos escuchado a Montesinos en la campaña del 2006, cuando sacó un librito en el que sostenía que Ollanta Humala se había rebelado en Tacna para favorecer su fuga en un yate por el Callao, lo que de inmediato fue tomado por los medios más antiollantistas, como cierto. Entonces planteó un silogismo: si toman lo que yo digo contra Ollanta como cierto, porqué no me creen en otras cosas que digo; y si yo siempre miento, lo que digo de Tacna no será cierto. La Chichi y otros que habían celebrado el libro de Vladimiro callaron y no se volvieron a referir al tema.

Hoy Gianotti ha dicho, en resumen, que está dispuesta a mantenerse en el límite en que ha estado actuando todo el mundo, para que el escándalo no llegue hasta García, y de paso a otros que todavía pueden ser salvados, pero está exigiendo que se le otorgue credibilidad en lo demás que va a decir. Significa que BTR, por su intermedio, ha decidido romper el silencio del primer año, en el que seguramente estudiaron otras alternativas para no ser los únicos chivos expiatorios de este caso. Cuando García dice que podría acabar su amistad si se descubre que su ex premier metió la mano más la cuenta y se le ocurre usar la frase: “yo no me caso con nadie” (que tanto recuerda a “se van ellos o me voy yo”, después de la matanza de los penales), es porque ha entendido que un posibilidad es que tenga que entregar finalmente la cabeza de su gran camarada, si quiere salir del enredo.

Todo lo que ha hecho el “tío George” en las dos últimas semanas ha sido tratar de escapar al designio del dedo gordo del presidente que podría colocarse hacia abajo cuando ya no haya como defenderlo. De ahí la serie de declaraciones de prensa de toda la semana anterior y el intento del martes de mostrar poder, con la bancada del APRA y la Comisión Política haciéndole la guardia. Pero no pudo comprometer al otro secretario general del partido, que en explosiva declaración advirtió que el partido no se haría responsable de los actos de su principal dirigente. ¿Alguien cree que Quesada actuó por si solo o consultó con Alan García?

El razonamiento de que en la crisis de los petroaudios puede caer cualquiera, menos el presidente, porque ahí sí nos fregamos todos, está en las conversaciones privadas de los políticos y empresarios de estos días. Ya nadie descarta que al “tío George” se le complique aún más la vida y que tenga que desechar sus proyectos políticos y ponerse a distancia del partido, para no comprometerlo. Hasta aquí Del Castillo había seguido la línea inversa: trataba de aumentar su poder partidario (secretaría general) y político (candidatura presidencial), y ya no estaba claro si realmente le interesaban estos cargos, o los necesitaba para enfrentar la mar encrespada que tiene por delante.

Pero un García nervioso, que sin mucha convicción insiste en la fórmula desgastada de desviación del problema: “¿y quién pago el chuponeo?” (que ellos saben bien quién fue), es una pésima noticia para el tío de Romulito, cómo lo debe haber sido que Rómulo grande logre comunicarse a RPP al terminar su entrevista para increparle por ser un amigo desleal. Es increíble como se le puede contradecir y arrinconar al que se suponía el segundo hombre más fuerte del país. Y todo para salvar al primero. Porque de eso se trata. Y eso ha sido el meollo de muchas cosas irregulares que han venido sucediendo.

Para salvar al presidente, porque eso haría caer al gobierno y de ahí quién sabe lo que pasaría, el director de “El Comercio” frenó la investigación de los petroaudios, y declaró que no usaría pruebas ilegales (audios) para denunciar otros delitos. Ergo, si la corrupción la vemos desnuda por el hueco de la puerta, no vale, porque tendría que habernos permitido observarla limpiamente. Y por el mismo motivo, la fiscal Echaíz se comprometió en una persecución irregular de BTR (de la que debe estarse arrepintiendo), porque el presidente quería llegar primero a los chuponeadores. Y el Dr. Villa Stein amparó las barbaridades del juez Barreto y las aparentes leseras de la jueza Martínez, mientras decía en privado que el país no podría aguatar escuchar lo que se dice en los audios.

Y podríamos seguir. La sustancia del asunto es que el sistema exige salvar la figura presidencial para creer en algo, aunque nadie crea. Y el que menos cree es Alan García que emplea esa invulnerabilidad para seguir impertérrito mientras su ex premier y media docena de sus ex ministros, su secretario y la secretaria de Palacio, sus funcionarios y diversos hombres del partido y amigos personales, se hunden en el fango de los destapes de la corrupción. Es que García no se casa con nadie, pero hay un montón de gente temiendo que le extiendan un certificado de divorcio.

18.04.10
www.rwiener.blogspot.com

¿Quién pago el chuponeo?

Dicen que es la pregunta clave. Más aún que quisieron inventarse una respuesta: Petro Tech; aunque para muchos todo comenzó en Cementos Lima queriendo llegar a los Contactos de CEMEX en el poder político peruano. Pero como BTR era pagado por el Congreso, la Contraloría, el gobierno regional del Callao, y otras instituciones públicas e infinidad de empresas, y hacia además informes a Palacio de Gobierno (no se sabe si remunerados), la respuesta se vuelve un verdadero dolor de cabeza. Pero, lo que ya sabemos es que no fueron directamente a Rómulo León sino que lo encontraron en el camino y allí se enteraron de la red de relaciones mafiosas de la que formaban para Del Castillo, Garrido Lecca y otros. Cuando se sepa si Cementos Lima pagó y Petro Tech se benefició de sus descubrimientos, o si fue al revés, ninguna de las otras conclusiones sobre lo que ha pasado se verá modificada. La mafia del gobierno aprista será la misma, independientemente de quién pago a Gianotti y Ponce Feijóo.

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