domingo, enero 17, 2010

Lo que dijo Varguitas

El escritor peruano Mario Vargas Llosa anunció hace algunos días en Santiago de Chile, que la victoria de Sebastián Piñera en las elecciones de este domingo, que da por seguras, significará un “hito” en la historia de la democracia latinoamericana. Reconociendo que hasta hace muy poco su corazón estuvo del lado de la Concertación gobernante, que salvó el Chile neoliberal en el período post dictadura, Vargas Llosa decidió divorciarse públicamente de Bachelet y Frei, con el argumento que lo que ofrece Piñera es una derecha moderna y amiga de los pobres.

Esa derecha parece haber sido la que costeó su presencia en Santiago, donde Varguitas no tuvo empachó de hospedarse en casa del magnate-candidato, ni en acompañarlo a una premiación literaria de la Fundación “Futuro”, de la que es propietario. Tampoco en lanzar frase como estas: “Piñera tiene el dinamismo que la democracia necesita”; “"representa una centro derecha moderna, liberal, idealista que va a consolidar mucho la democracia y va a dar un impulso a Chile", “es un hombre profundamente democrático y un liberal en el mejor sentido de la palabra”. Y que finalmente haya decidido exponerse al abucheo en la inauguración del Museo de la Memoria (al que no podía dejar de asistir, por la responsabilidad que ha asumido en el Perú para una obra similar), por la gente que considera una traición a las víctimas de la dictadura su visible adhesión a su heredero.

Muchos se han preguntado si en todo este periplo, que le ha costado en imagen e independencia, Vargas Llosa ha actuado como cándido o es que no entiende un carajo de manejo político. ¿Puede alguien seriamente separar a Piñera y al bloque político que representa, en el que están incluidos los más recalcitrantes reaccionarios del Opus Dei (UDI), del pasado dictatorial y su marca de sangre, y postularlos como modernos y futuristas? La opinión que hay en Chile, es que no ha habido candidez ni desorientación política. Vargas Llosa, como otros, está viendo a Piñera como parte de una operación internacional. Lo dijo con todas sus palabras: “Piñera representa el anti-Chávez".

La idea es que un eventual triunfo derechista en Chile implicará un refuerzo al cerco sobre Venezuela sumándose a Colombia, Perú, Honduras, Costa Rica, Panamá, a la espera de los resultados de Brasil y Argentina, sobre los que también ya se hacen cálculos. Varguitas es el director de orquesta de la movida que consiste en transformar los gobiernos de centro-izquierda, más de centro que de izquierda, en derechistas, y acabar con políticas internacionales que a pesar de todo son demasiado independientes para Washington. Para trabajar por este nuevo alineamiento hay que apostar a la derecha-derecha, e impulsar nuevos mitos como el del empresario de los pobres, o del pinochetista idealista y democrático a carta cabal. Algunos dicen que este es el verdadero hito. Vargas Llosa cerrando el círculo y pasando a la condición de pope santificador de sectores dictatoriales convertidos a la democracia, amablemente rebautizados como derechas modernas, democráticas e idealistas.

17.01.09
www.rwiener.blogspot.com

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