jueves, enero 11, 2007

¿Y si nos deshacemos de una vez de Humala?

No tengo ninguna duda que lo de la oficina de registro de organizaciones políticas del JNE que informó que el Partido Nacionalista de Ollanta Humala estaba en el grupo de los que perderían su inscripción por las causales de ley: no haber alcanzado el 4% de la votación nacional o no haber participado en el proceso presidencial del 2006, no es ningún error de burócrata distraído. Por ahora se sabe que el presidente del organismo ha explicado personalmente a dirigentes y parlamentarios del PNP que la inscripción va a permanecer y que se respetarán escrupulosamente las normas. Pero ya ha habido un festín periodístico que ha puesto en circulación dos ideas desconcertantes:

- Ollanta no participó en las elecciones.
- El lugar de su partido es con aquellos que tuvieron votaciones detrás del punto decimal.

Y todo tan normal. En el Perú se puede ganar la primera vuelta por casi un millón de votos sobre el siguiente y lograr 6 millones de sufragios en segunda vuelta (47.5%) contra todo el sistema de partidos tradicionales, y un año después quedar cancelado. O por lo menos tomar en serio esta posibilidad, como para lanzar tremendos titulares alrededor de ella. Hace exactamente un año, el FIM –entre otras maniobras-, promovió una tacha contra la candidatura de Humala por la UPP, porque éste figuraba como presidente y militante del Partido Nacionalista que había alcanzado su inscripción a comienzos de enero, haciendo como que no se daba cuenta que el nuevo partido ya no podía cumplir con los requisitos para la designación de candidatos (elecciones generales o congresos partidarios) porque estaba fuera de plazo debido a las demoras de la ONPE para reconocer las firmas. En esos días –como siempre-, Aldo M. dijo en su columna de “Correo”, lo que muchos sentían: que una tacha estúpida, puede ser también una buena tacha si se dirigía a ahorrarnos problemas mayores. Pero la presión social de esos días era demasiado alta como para que el JNE o cualquier otro órgano oficial osara desafiarla.

Lo que resolvió el JNE ante el recurso de tacha debería, sin embargo, cerrar cualquier debate sobre la vigencia actual de la inscripción del nacionalismo. En resumen lo que se estableció entonces fue que no había incompatibilidad en que Ollanta Humala postulase por elección de otro partido, en tanto la demora de inscripción del suyo le impedía hacerlo de manera de cumplir con el procedimiento que estaba fijado para la determinación de las candidaturas. Esto significaba que se reconocía que el Partido Nacionalista no podía ser parte formal del proceso del 2006, como seguramente hubiera querido, y que la inscripción legal adquirida con el respaldo de muchísimos adherentes tenía que dejarse en suspenso en sus principales efectos (permitir la participación en procesos electorales) por imposibilidad legal de servirse de ella, lo que hace un total contrasentido que ahora se haya podido decir que se anula porque no participó, cuando se había aceptado que no se podía participar. Obviamente si sólo nos limitáramos a revisar el contenido de la resolución sobre la tacha de enero del 2006, el JNE no tendría otra alternativa que castigar al funcionario que lanzó la noticia confucionista y pedir una disculpa al partido de Humala. .

Pero lo que no se puede decir es que en el Perú no pueda suceder que una aberración lanzada como al azar se pueda convertir en una decisión política. Fujimori dio muchas muestras de eso (destitución de miembros del Tribunal Constitucional, retiro de nacionalidad de Ivcher, etc.) y hoy que estamos de regreso por ese clima político, es claro que las cosas más inesperadas pueden volver a suceder. ¿O acaso no estamos viendo el signo kafkiano de las denuncias judiciales que en cascada están cayendo sobre el comandante y que llegan a sostener que es posible dirigir la toma de una comisaría en Andahuaylas, desde Corea, al otro lado del planeta, basado en una interpretació n subjetiva de las declaraciones y proclamas de esos días?

Después de todo la premisa con la que se supone están trabajando el gobierno, la derecha y sus medios, es que Humala y su partido ya no son nada; que después de la elección de junio y de las regionales y municipales de noviembre, de los tránsfugas y la ruptura con la UPP, de la tonelada de editoriales, columnas, caricaturas, declarando la extinción del humalismo y el nacionalismo, de los juicios y denuncias, ya sólo queda darle la estocada final para acabar con lo que fue un grave peligro. ¿Para qué dejarle un partido inscrito si podemos quitárselo?, ¿por qué dejar una puerta abierta a que el nacionalismo pueda encabezar un reagrupamiento de los radicales del país?, ¿por qué no reducir la oferta de partidos al APRA, Unidad Nacional y fujimorismo, teniendo como supuesta izquierda a ese comodín de la política llamado UPP?

Vuelvo a decir, no tengo ninguna duda que si se les da la oportunidad lo van a encarcelar a Ollanta Humala y no sé que otras cosas más le podrán hacer. Y mientras más crean que ya está muerto, van a querer matarlo otra vez. Eso viene de la profunda herida que ha dejado la votación del 2006 que desbarató los planes de la derecha y los grupos de poder y generó un escenario totalmente impensado que en primera instancia pudo ser capitalizado por Alan García, con su capacidad camaleónica, pero que ha dejado planteadas infinitas incertidumbres sobre lo que puede pasar en el país. Acabar, liquidar, borrar, que no quede memoria de la posibilidad que se abrió en el primer semestre del año anterior. Así imaginan que el fracaso que están protagonizando será menos grave y que podrán salvarse de la ira del pueblo mientras más atomizado lo mantengan.

De alguna manera este mensaje también debería llegar al Partido Nacionalista. Entre la muerte clínica que le diagnostican diariamente sus enemigos y el liderazgo opositor que le reclaman los sectores populares para enfrentar el bloque reaccionario del APRA de Alan García, la derecha y el fujimorismo, hay una gran brecha que no puede ser resuelta con intervenciones esporádicas y esfuerzos desde un parlamento venido a menos. En primera y segunda vuelta, en las regionales y municipales el mandato de los pueblos ha sido indiscutible: separarse del viejo sistema, de la política caduca, de los intereses extranjeros, de la economía que hambrea a las mayorías. Esto se expresó en un momento como nacionalismo y en otro como regionalismo. Lograr la convergencia del país por el cambio es la única manera de cambiar el curso de los acontecimientos. Y mostrar que las esperanzas populares están más vivas que nunca.

10.01.07

www.rwiener. blogspot. com

3 comentarios:

Juan A. Cavero G. dijo...

Si se quisiera hacer una definición de Ollanta Humala, en 3 palabras, y dirigida a la derecha, sería esta: LE TIENEN MIEDO.
Cuando todos los medios televisivos y prácticamente todas las radios y grandes periódicos, apoyaron a García en la segunda vuelta, en vez de aplastar a Humala como un insecto, teniendo en cuenta su abrumadora ventaja mediática, sólo pudieron obtener una victoria de 52 a 48% en las urnas. Aldo M., gran "estratega", debe haber dicho, como Pirro, "con una victoria más así, estamos perdidos".
De manera que es fácil deducir por qué les tiene sin dormir tranquilos, la persistencia de la opción nacionalista. Cada día me convenzo más que Ollanta Humala, a menos que se produzca un magnicidio (recurso al que siempre recurre la derecha cuando lo cree conveniente), llegará a presidir el país.
Juan A. Cavero G.

Sal ají chicha y vinagre dijo...

La "palteada" del funcionario del Jurado Nacional de Elecciones, JNE, que de buenas a primera apareció dando lectura al certificado de defunción del Partido Nacionalista PNP, dió en la yema del gusto a la prensa RABONA que al toque, aliñándose falda y forro frente a las pantallas de televisión, salió a jugar como una auténtica mundialista; esto es, con la cabeza en alto, mirando hacia las puntas, pisando bola, jugando en profundida, dribliando, haciendo pared, malabares, fintas, en pocas palabras, robándose el aplauso de las graderías, y también unos... pesitos para la canasta familiar...

Toda esta manjungia, obedeció al imperativo psicosocial del APRA para sacar de circulación a todos los "peligros" que la vida y la carrera política de Alan García podrían correr en el futuro mediato.

Esos perros a los que les lanzan objetos al aire y que estos tratan de cogerlos antes que aterrizen en el suelo, y luego, de buena guisa, moviendo la cola lo traen a las manos de sus amos, es la gráfica que en estos días estamos observando en los medios de comunicación.

Toda la movida alharacosa contra la CIDH, la trajinada pena de muerte, las tonterías de Mulder, las alcahueterías de Rafael Rey, etc, obedece al pavor de ALAN GARCIA a enfrentar a la Justicia.

Lo que la institución internacional va a decir sobre la violación a los DDHH que se cometieron en la adminstración García 85/90, tiene al susodicho con una pata en Pachacamac y la otra en Monterrico: no sabe si correr, dar brincos, impresionar al respetable con pasos cadenciosos, o simplemente relinchar, como lo viene haciendo a diario en la prensa.

La derecha y sus órganos de manipulación son conscientes del mar de fondo. Por eso dejan que el loco cabalgue... a lo Jose Antonio

Siempre y cuando, -han advertido- mantegas al gato de despensero, no hagas "locuras" con las finanzas nacionales, ni choques con las reglas de juego.

Sal ají chicha y vinagre dijo...

NOTA .- Alan García gana las elecciones no sólo porque la racionalidad de millones de peruanos es muy discutible y al escuchar música para sus oídos, encantados quedan.

Ni tampoco porque como una suerte de Flautista de Hamelin saca a las multitudes de sus escondrijos hasta llegar con su apoyo bizarro a Palacio de Gobierno.

Menos porque Lourdes Flores es una pésima candidata.

Fundamentalmente gana Alan García porque la clase media intelectual, no todos afortunadamente, pero si un número considerable de ellos, metidos en los medios de comunicación, venden su pluma, sus opiniones y “algo” más.

Lo hacen por una posición expectante que este “carnaval” les ofrece.

Antes lo hicieron con Fujimori, con Belaúnde, y también con la hecatombe 85/90.

Apoyando a Mario Vargas Llosa terminaron de mensajeros de Fujimori.

Después del descalabro de la mafia fujimorista, aparecieron en la caravana Toledo a quien enseguida, al creer que la vacancia presidencial se avecinaba, abandonaron.

Ahora militan en Alfonso Ugarte, pero ante tanto desatino del presidente García y al notar que “la vida no es un carnaval”, algunos de ellos empiezan a buscar flotadores y salvavidas.

Es decir, no es amor al chancho, sino a los chicharrones.

Algunos “periodistas” que fueron factor fundamental para que Alan García nuevamente alcanzara la presidencia, estos días están manifestando su “sorpresa” por la conducta desquiciada que su candidato está exhibiendo.

Y en las semanas siguientes la danza continuará

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"SU MIRADA NO ME GUSTA"


Agarraditas de la manos, de canasta al brazo y vestimenta muy seria, se subieron a la combi, Segunda vuelta, rumbo al mercado 2011 del asentamiento humano Salto Responsable.

Iban hacer las compras para preparar un cevichito y celebrar la jarana electoral 2006 acabada de concluir.

Augusto Alvarez Rodrich, Diego García Sayán, Gustavo Gorriti, Fernando Rospigliosi y una mancha de tías recatadas, siempre tomadas de la mano, ingresaron al mercadito con la nariz torcida y evitando roces de los impúdicos que no faltan; las tías arrimaron al puesto de pescado.

Entre fooo y agghhss, compraron lorna jurando que llevaban corvina fresca.

La pescadora les dijo que la ‘corvinita’ no estaba dormida sino que era de otras latitudes, que como la mar estaba movida, la corriente de El Niño, la capa de ozono y el calentamiento global...

Los pescadores, en su afán de servir a los consumidores del barrio, habían tenido que adentrarse en sus modestas embarcaciones cerca al atolón de Muroroa de donde traían al espécimen que ahora iban a disfrutar.

Las comadres, emocionadas oraron por los pescadores, y de cajón, ensalzaron las virtudes proteínicas del “pescado”.

“La corvina, -agregó una de ellas- en estos tiempos de convulsiones sociales es un lujo..!”

- Bravo compañera !

Y, en coro “Perú campeón”, PERU CAMPEON, regresaron al barrio a darle trámite a la “corvina”.

- Tiene la mirada vidriosa, -dijo una de las tías en cuanto abrió el paquete

- Le siento un olorcito, -añadió otra torciendo el pescuezo.

- Su color lo noto raro.

- Está fofo.

- Luce hinchado

- A mi me parece que está demasiado cabezón, ¿no estará podrido..?

- A mi su mirada… me da un no se qué

- Miren, miren..! -gritó la otra moviéndole la cabeza con un tenedor: “No tienen agallas…!

- Comadre ¡ Mírele el estómago: ¿No lo nota muy abultado..? Parece que va explotar. ¿Tendrá huevera..?

- Luce maquillado, como si le hubiesen untado cremas y pintado para camuflarlo

- ¿Le han visto los ojos..? A mi su mirada me da mala espina


En fin, las comadres le cogieron pavor a la ‘corvina’. Primero fueron los ojos vidriosos, la mirada incierta: “Como si estuviera vivo, pero habla el lenguaje de los muertos”

Luego fue la enorme cabeza del animal: “Como si pensase y no lo hace”.

Finalmente su color incierto: “Por momentos, de un color, y al rato todo lo contrario”.

Alarmadas, para salir de dudas, a los gritos las tías llamaron al curita de la parroquia.

Don Lucho, famoso boca sucia, políglota pescando en río revuelto, de entrada se hizo el cojinova.

Después examinó y dijo que se dejasen de cojudeces que el pescado estaba un poco rancio, pero con una buena lavada de cara el mierdero se arreglaba.

“Además, -dijo- ¿quién está libre de pecado..?”

Y antes que se emputara, se marchó mentándole la madre a los pescadores por no saber pescar y a estas viejas cojudas por alarmarse por las puras huevas