viernes, diciembre 29, 2006

Los cinco meses de García

1. A cinco meses, el segundo gobierno de Alan García ha definido sus perfiles básicos como una continuación económica de Toledo y política de Fujimori, bajo el estilo singular del propio García.

2. La economía de Toledo, que no era, por cierto, muy distinta a la de Fujimori, fue sostenida por el mismo grupo de tecnócratas que ha participado de los cuatro últimos gobiernos y que fueron los que dirigieron las privatizaciones, y ahora son los encargados de las negociaciones para dar solución a los reclamos de la gente, los que están reformando el sistema tributario (para hacer lo de bush: reducirle impuestos a los más ricos, para que gasten), y los que están preparando nuevas privatizaciones.

3. El reciente acuerdo con las empresas mineras en relación al “aporte voluntario” de 500 millones de soles por año y el suscrito con Telefónica para la rebaja de la renta básica, muestran claramente la debilidad del gobierno frente al poder de las trasnacionales de la actividad extractiva y de los servicios públicos.

4. Las empresas mineras han logrado hasta el momento salvarse de la amenaza de una revisión de los contratos de estabilidad jurídica y tributaria y del riesgo de un impuesto a las sobreganancias. En reemplazo se han comprometido a destinar recursos menores para inversiones locales decididas por su cuenta, en montos muy inferiores de los que deberían ser pagados si se ajustarán al régimen tributario regular y si les aplicaran un porcentaje sobre las utilidades extraordinarias derivadas del incremento de los precios internacionales.

5. Telefónica también ha salvado, en este caso por segunda vez, el peligro de que el Congreso haga efectiva la ley para la eliminación de la renta básica y la modificación de diversos aspectos abusivos del sistema de cobranzas. El gobierno le lanzó el salvavidas de la negociación que finalmente ha sido cerrada con una rebaja limitada del monto de la renta básica, a partir de un “balanceo” con otros rubros (entre ellos el adelanto de los ajustes por productividad), de manera que la rentabilidad final de la empresa no resulte afectada.

6. En el caso de específico de Telefónica se ha tratado de engañar al país presentando la rebaja adelantada, como si se tratar de un logro de la energía gubernamental que consigue por lo menos reducir un abuso. Lo cierto ha sido sin embargo que la discusión no ha sido sobre que ofrece la empresa a cambio de la ley del Congreso y ante el reclamo popular, sino cómo hacer para compensar cada sol que dejará de recibirse por el ajuste de la renta básica, para que el ingreso final de la empresa permanezca.

7. En materia de TLC, el gobierno ha desarrollado un camino errático, sometiéndose una y otra vez a las presiones de los gremios empresariales y el lobby toledista de comercio exterior, para descubrir que la reunión con Bush, el viaje con los ministros, los telefonazos con Washington no llevaban a ninguna parte. Tratando de poner lo suyo, el gobierno no ha hecho sino aumentar la confusión: nombramiento de De Soto, lanzamiento de la teoría del TLC para adentro, apuestas porcentuales sobre las posibilidades de conseguir el acuerdo, etc.

8. El TLC está camino de frustrarse y los cuchillos de la derecha están afilados para marcar las fallas y debilidades del actual gobierno. La impresión general es que los parlamentarios demócratas reclamarán revisar los actos del gobierno republicano, con un agudo ojo crítico. El APRA que podía haber sacado ventaja de esta situación, trabajando una reformulación que le diera una marca propia, ha jugado en cambio a mantener cerrado el paquete toledista, condenándose a una probable derrota.

9. En el campo de la gestión pública, el gobierno se ha escudado en la austeridad y en la rebaja del sueldo presidencial, para eludir su responsabilidad de mejorar las remuneraciones de los servidores del Estado, principalmente maestros, personal de salud y policías, como si el hecho que un hombre que ha podido vivir quince años sin empleo conocido en las zonas más caras de Bogotá, París y Lima, se reduzca la remuneración, fuese argumento suficiente para postergar las necesidades de cientos de miles de trabajadores pésimamente pagados y postergados.

10. En el tema de la descentralización existe fundado temor que el famoso schock descentralizador para el cual hasta ahora no se han destinado fondos nuevos, quede entrampado luego que el APRA perdiera por goleada la elección del 19 de noviembre. Con dos gobiernos regionales sobre veinticuatro, el oficialismo está con los brazos cortados, colocado a la defensiva por la posibilidad que se arme una nueva oposición desde las regiones.

11. La huella fujimorista se percibe en todos los mecanismos del sistema político: Constitución, alianzas en el Congreso, anuncios truculentos (pena de muerte), manejo de las fuerzas armadas, manipulación de instituciones, soluciones autoritarias de emergencia, etc.

12. En cinco meses se ha visto trampear con el tema constitucional, pasando por ofrecimientos de restituir la carta del 79, o de hacerlo con excepción del capítulo económico, o de reformar la del 93, para finalmente quedarnos encerrados en el documento fujimorista que es el que sostiene gran parte de los abusos económicos y contra los derechos humanos, que se dice que no se pueden corregir.

13. La alianza política básica que dirige actualmente el poder en el Perú está armada sobre la base de la derecha tradicional expresada en Unidad Nacional (que osciló entre el apoyo y la oposición concesiva, a la dictadura), el fujimorismo reactivado y el APRA. Este es el nuevo bloque de la reacción peruana.

14. La tendencia verificada en cinco meses es a intervenir las instituciones autónomas del Estado, como el Poder Judicial, el Ministerio Público, la Defensoría, las regiones y municipios. El caso más gráfico fue la “emergencia” decretada con tardanza en el Consejo Provincial de Chiclayo, que el gobierno utilizó para suspender las garantías y destituir las autoridades electas para reemplazarlas por personas designadas por el poder.

15. También es evidente que las decisiones tomadas en relación a los ascensos y retiros dentro del Ejército y otros institutos militares, a final del año, han rebasado los marcos reglamentarios de estos institutos y han introducido el factor político en los nuevos nombramientos con la intención clara que los nuevos mandos respondan a los intereses del gobierno.

16. Es consecuencia de la política del gobierno aprista y del nuevo esquema de alianzas de poder, que el conjunto de los procesos anticorrupción que ya se encontraban estancados bajo Toledo, han entrado en una fase de degradación final. La ministra de justicia, los procuradores, fiscales y jueces están jugando a liberar a los corruptos, a enredar las responsabilidades de Fujimori con las de Toledo, a perseguir a Ollanta Humala, y a crear las condiciones para que el ex presidente refugiado en Chile no sea traído al país.

17. A cinco meses del gobierno de Alan García ha habido tiempo más que suficiente para comprobar hasta qué punto este ha cambiado realmente respecto al que tuvo las riendas del país durante la catástrofe de la segunda mitad de los 80. Entre el nuevo García y el viejo, se repiten los siguientes elementos: (a) presencia mediática diaria; (b) traición a sus propias promesas y anuncios, no sólo a los de su etapa de candidato, sino también a las propuestas hechas como presidente; (c) improvisación en las decisiones; (d) desconocimiento público de la autoridad de sus ministros; (e) fingimiento de cualidades morales; etc.

18. La posibilidad que García genere situaciones absurdas por malas decisiones se mantiene latente. Se puede ver en lo que ha pasado con la evaluación de los maestros que fue un anuncio lanzado sin meditación alguna por el presidente y convertido luego en un presente griego para el ministro del ramo. El fracaso aparatoso de las iniciativa que tuvo que suspenderse cuando se supo que las pruebas estaban circulando abiertamente, demostró claramente que el gobierno había querido sustituir la necesidad de una política educativa integral por un golpe de impacto.

19. Lo mismo puede decirse la política de salud, reducida a un plan de vacunación masiva de una enfermedad que se encuentra en desaparición en el país. O la de agricultura que se quiere resolver con el tema de la sierra exportadora, cuyas posibilidades de desarrollo son mínimas. El plan de agua para todos para el que se están venciendo los plazos de la promesa de dotar de agua en seis meses a medio millón de personas, sin que se tenga nada más que inauguraciones de primeras piedras, que evidentemente no generan agua.

20. En cinco meses el segundo gobierno de García, se ha convertido en una rotunda negación del sentido de la votación de primera y segunda vuelta. En un país que votó por el cambio, tenemos un gobierno de varios continuismos y ningún cambio. En un país que ha ratificado el poder de las regiones y las provincias, el gobierno sigue ignorando a los pueblos del interior. En un país que está harto de engaños, el gobierno sigue mintiendo cada día. Todos estas son tremendas bombas de tiempo que van hacerse sentir en los meses siguientes. Y la única forma de evitar los estallidos sería una rectificación de fondo que no se ven venir por ningún lado.

29.12.06

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