sábado, octubre 07, 2006

Gracias Aldo

Querido Aldo M.

No esperaba menos de ti que una rápida respuesta en tu sección “Chiquitas” a mi osadía de editorializar sobre tu editorial del último lunes, en el reciente número de “Liberación” (ya van tres quincenas que salimos, por si no lo sabes). Y te confieso que tus piconadas me son tan gratificantes como los saludos amistosos de personas como César Hildebrandt. Esta vez he tenido de ambas cosas, lo que me hace sentir muy contento.

Claro tu siempre serás fiel a tu estilo:

  • No contestas lo que se dice de ti, porque no podrías sostener en un debate serio tus alardes de democracy fighter, luchador de trincheras rusas, vacunador masivo contra el peligro de Humala, casi solitario salvador de la democracia, que alucinaste en tu columna sobre el día del periodista, donde te congratulaste de habernos regalado un gobierno como el de Alan García, con el pretexto de que la prioridad era parar a Humala.
  • Apenas te agarran en el aire con alguno de tus vuelos fantasiosos, te vas a los cheques de Constante o a los chismes de periodistas viejos sobre lo que pasó en “El Observador” en el año 1983.
  • Te he demostrado punto por punto que fuiste parte de una conspiración para usar los medios para torcer la voluntad popular. No sé si te invitaron a la concertación o si te creíste, como parece, que eras uno que abría la trocha en medio de las dudas de tus pares, y entonces te dejaron en ese papel para hacerse más verosímiles.
  • En vez de ir al fondo del debate una vez más me cargas con eso de “excéntrico trosko-humalista sánchezcerrista”, como si así se explicara algo de nuestras diferencias. Y toma nota que yo todavía no te he dicho que pienso que eres un derechista-bushista-fujimorista- lourdista-aprista-odríista-tontista, porque sigo creyendo que no viene al caso.
  • Tenemos dificultades económicas para sacar “Liberación”, claro que sí. Tras nuestro no está la familia Agois u otro grupo con dinero. Felizmente yo no tengo ninguna ingerencia en la administración. Y me gustaría ver que por una sola semana le dejaran la gerencia de algo a Aldo M., para que demuestre para lo que sirven sus supuestos conocimientos económicos.
  • Lo de "El Observador", aparte de tema viejo y de viejos, es pura ignorancia. Ese periódico quebró en manos de León Rupp en mayo de 1982 (siete meses después de su salida). Los trabajadores lo mantuvimos en las calles durante dos años más, sin ningún capital y con mínima experiencia de gestión de diarios, en medio de crisis continuadas, por lo de la falta de dinero y por las desconfianzas políticas entre nosotros.
  • Uno puede buscarse las explicaciones que quiera para la crisis final de ese diario: la administración Wiener (que tenía que sacar plata de dónde no había), la línea política (que se apristizó, vulnerando el pluralismo inicial), la intolerancia política, etc. Prefiero pensar, sin embargo que esa fue una hermosa etapa. La única vez que vi cooperar apristas e izquierdistas durante más de un año. Y una obra democrática de trabajadores.
  • No hubo ninguna gresca por el local de Pershing. Tú, Aldo, como siempre, estabas muy chico para darte cuenta. Lo que pasó es que una Asamblea de la Cooperativa tomó la decisión de cambiar la dirección de Pablo Truel y entregarla a Manuel Tarazona (que no era ningún izquierdista), y cuando los asambleístas fueron a comunicar la decisión, los amigos apristas se retiraron utilizando vehículos del gobierno. Nada pasó, más allá de eso.
  • Sigo pensando en Pablo Truel como un gran tipo, sin el cual el diario cooperativo no hubiera existido.
  • Nada de los últimos puntos tiene que ver con el contenido de “Liberación”, pero así eres tú. Felizmente conservo todos nuestros debates para confirmarlo.

Te abrazo, de cualquier modo, desde este modesto espacio de prensa que hoy ocupo,

Fraternalmente

Raúl A. Wiener
DNI 07717557

Lima, 07.10.06

1 comentario:

Anónimo dijo...

Saludos amigo Raúl. Mi viejo, Pablo, sacó un super diario cooperativo, pulcro y ético en lo económico y con absoluta libertad para su profesionales. Muy diferente a lo que hacen los Agois mintiendo y desinformando. Pedro